Ruta por los tesoros naturales más bellos (y desconocidos) del Maestrazgo castellonense | Federación de Campings Comunidad Valenciana

Ruta por los tesoros naturales más bellos (y desconocidos) del Maestrazgo castellonense

Muchas veces, olvidamos que en nuestra región encontramos parajes naturales singulares, muchos de ellos de gran belleza y valor paisajístico. Un ejemplo son las Comarcas del Maestrazgo de Castellón que, a pesar de contar con pueblos famosos como Morella, siguen siendo grandes desconocidas.

De hecho, muchas personas no saben que esta tierra, poblada por íberos, celtas, romanos, musulmanes y cristianos, está llena de tesoros naturales que incluyen senderos, algunos de los restos rupestres más importantes del mundo o pequeños pueblos enclavados en valles y montañas.

En este artículo hemos querido recopilar algunos de ellos.

Ares del Maestrat

Situado en el Alto Maestrazgo, Ares del Maestrat destaca por su singular ubicación, en lo alto de un cerro rocoso, siendo una atalaya perfecta para divisar los encantos naturales de esta comarca castellonense.

Además de su imponente entorno, Ares del Maestrat tiene muchos atractivos, entre ellos un Castillo Templario (cuyas ruinas están a más de 1.200 metros de altura y declarado Bien de Interés Cultural), pinturas rupestres (hay más de 750 escenas que representan momentos de caza o rituales de iniciación y que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998) o rutas de senderismo espectaculares que nos llevan hasta la Nevera de los Regatxols o el Balneario de Benassal.

Pereroles

Muy cerca del Morella (a unos 12 kilómetros) se encuentra un paraje natural conocido como Pereroles: tiene una superficie de 360,67 hectáreas y se sitúa sobre las laderas de la Serra de Sant Marc, con cotas de hasta 1250 metros de altitud.

Pereroles está poblado de bosque de pinos, robles, encimas y acebos puebla, especies que forman un bosque denso (en los meses más favorables tienen una cobertura herbácea del 100%) y que lo convierten en un lugar predilecto para los amantes de la micología y la recolección de setas durante el otoño.

Desde el punto de vista ecológico, este enclave alberga valores paisajísticos, hidrológicos y de esparcimiento que justifican su declaración como espacio protegido: el Monte Pereroles está incluido en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Tinença de Benifassà-Turmell y en el LIC Tinença de Benifassà, Turmell i Vallivana.

Mola de la Vila

El Paraje Natural Municipal “Mola de la Vila” está localizado en el término municipal de Forcall, en la Comarca de los Puertos de Morella. Y, aunque se encuentra fuera de la zona administrativa conocida como Maestrazgo, nos ofrece unas vistas increíbles de ella.

La cima de la Mola de la Vila es el peirón de Sant Marc, a 946 metros de altitud y en un punto estratégico sobre la confluencia de los ríos Bergantes, Caldes y Cantavieja.

Constituye un mirador turístico medioambiental privilegiado, desde el cual se pueden las poblaciones de Forcall, Zorita, Villores, Ortells, Morella, Todolella y Castellfort.

En este paisaje de pinares de pino laricio y pino carrasco, con poblaciones dispersas de carrascas, robles, enebros y sabinas, también destacan otras muelas cercanas, como Encamaràs, Garumba o Sarañana.

Durante siglos, en esta zona se han pastoreado ovejas y cabras, y prueba de ello es el abrigo natural convertido en antiguo corral y conocido popularmente como “la Cova la Carn”

Bovalar de Sant Jordi

Debido a sus características y peculiaridad, el Bovalar de Sant Jordi es una de las pequeñas maravillas de Castellón que debemos conocer.

Se encuentra en Sant Jordi, una pequeña localidad del Bajo Maestrazgo de apenas 1.000 habitantes, y su principal característica es su cubierta arbórea de pino blanco.

Este gran paraje natural ocupa una extensión que supera las 27 hectáreas y ofrece panorámicas increíbles debido a su ubicación, en una zona de transición entre relieves calcáreos, con pendientes y carácter forestal, y llanura aluvial costera ocupada por cultivos de secano como la almendra o la aceituna.

De hecho, desde aquí podemos divisar, tanto los grandes relieves de las imponentes montañas de la zona del Ports y la Tinença, como la línea de la costa.

Barranco de la Vall Torta

El Barranco de la Vall Torta es una especie de máquina del tiempo natural que nos transporta hasta el Paleolítico y el Neolítico, cuando era el lugar de caza perfecto para los pobladores de la zona.

Por eso, guarda un tesoro único: el conjunto de arte rupestre al aire libre más importante del mundo, que forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO y que está formado por más de 300 abrigos que integran el Parque Cultural Valltorta-Bassulla (aunque solo cinco de ellos son visitables).

Este lugar, considerado el punto de origen de los creadores del Arte Rupestre Levantino, se caracteriza por su paisaje austero de roca caliza, con vegetación que se adapta a las condiciones del terreno como la garriga de acebuche y el palmito.

Por otra parte, y a pesar de la influencia del hombre sobre el paisaje a lo largo de los siglos, la Valltorta sigue considerándose un ecosistema relativamente virgen, con variada vegetación y especies muy particulares como el águila perdicera o la cabra montesa.

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Una de las peculiaridades del Maestrazgo castellonense es que, en una distancia relativamente corta, podemos estar a 1.300 metros de altitud en Villarroya de los Pinares o en el mar Mediterráneo en Vinaroz, lo que ofrece mucha flexibilidad a la hora de buscar un alojamiento que encaje con tus necesidades.

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