Desde la Federación de la Comunidad Valenciana os proponemos una ruta por algunos de los miradores más bonitos y singulares de la Comunidad Valenciana.
A pesar de sus diferencias paisajísticas, de clima o de vegetación, todos los lugares seleccionados en este artículo tienen algo en común: son una muestra de la riqueza de nuestra región y del binomio “playa-montaña” de nuestra tierra, que nos convierte en un destino turístico con muchas posibilidades.
El Montgó
El Montgó es uno de los montes más destacados de la Comunidad Valenciana. Su máxima altitud es de 753 metros que se elevan sobre un Parque Natural que comprende los municipios de Denia, Gata de Gorgos, Jávea, Pedreguer y Ondara. De él dijo Blasco Ibáñez que se levanta como “mano de gigante” sobre el mar.
Para disfrutar de las mejores vistas desde el Montgó, puedes seguir varias rutas senderistas.
Destacamos la del Cabo de San Antonio-Port de Xàbia.
A lo largo de la misma, encontrarás diferentes miradores, con preciosas vistas de los acantilados y enclaves emblemáticos de la Costa Blanca como la bahía de Jávea, las montañas de la Granadella, el Puig de la Llorença o el Peñón de Ifach.
Mirador del Garbí
Si hablamos de miradores en la Comunidad Valenciana, no podemos pasar por alto el Garbí, uno de los lugares más visitados y fotografiados de la Sierra de la Calderona.
No es casualidad: situado a 40 kilómetros de Valencia capital, a poca distancia del Mediterráneo y a casi 600 metros de altura, las vistas desde este lugar son espectaculares, con los tonos verdes de Camp de Morverde destacando sobre el azul del cielo y del mar.
Uno de los momentos más recomendados para visitar el Mirador del Garbí es al atar
decer o al amanecer, durante la primavera y el otoño, cuando el cielo ofrece tonalidades de gran belleza.
Aunque es posible llegar al alto del Garbí por diferentes rutas adaptadas a todos los niveles de senderismo, lo más sencillo y accesible para todos los públicos es ir hasta este mirador en coche, por la carretera CV-3342. Podrás aparcar en el camino y realizar un pequeño tramo andando hasta la cima.
Mirador de la Font Freda
La Font Freda es una de las zonas de recreo más conocidas de Bèlgida (Valencia) y de la comarca de la Vall d´Albaida.
Como su nombre indica, de esta fuente emana agua fría durante todo el año. Por eso, en el pasado, los marqueses de Albaida y sus vasallos de Atzeneta y Carrícola reclamaron sin éxito su posesión. De ahí viene el nombre del cercano “Barranc del Pleit” o Barranco del Pleito.
Otro de los atractivos de este enclave natural, situado en el centro del Parque Natural Protegido de l’Ombria de Benicadell, son las cuevas rojas, que deben su nombre a la coloración de la empinada donde se encuentran.
El camino desde Bélgida hasta la Font Freda transita por antiguos caminos y barrancos llenos de historia, con fuentes de agua, arcadas y otros elementos hidráulicos que enriquecen el paseo.
Aunque, sin duda, lo más remarcable es su mirador, con vistas a la imponente cumbre de Benicadell al este, el castillo de Carrícola hacia el oeste y a las antiguas casas de campo como la Casa de Muntis y la Llanura en Bèlgida al sur.
Mirador de la Pileta
Cortes de Pallás ofrece muchos atractivos: enmarcado en el valle de Ayora, este pequeño pueblo conserva la esencia de su pasado morisco, con callejuelas estrechas y empinadas.
Sin embargo, el mayor atractivo de Cortes de Pallás está en sus paisajes, configurados en torno a un gran embalse alimentado por las aguas del río Júcar.
En la zona puedes hacer muchas rutas de senderismo y conocer lugares de gran belleza como la Fuente Corbinet, el Barranco del Ral o el Castillo de Chirel, que ofrece impresionantes vistas de la zona.
En este caso nos centramos un bello y pequeño mirador, conocido como de la Pileta y que se encuentra muy cerca del pueblo. Un lugar de acceso sencillo y en el que podrás disfrutar de bonitas vistas.
Mirador del Faro de Santa Pola
Terminamos este recorrido en otro de los rincones más bonitos de la Comunidad Valenciana: el Faro de Santa Pola, un lugar mágico que ofrece vistas espectaculares de la Bahía de Alicante y de los Arenales del Sol. En los días despejados, desde allí también puede verse la isla de Tabarca con total nitidez.
Uno de los grandes atractivos de este faro es su pasarela, que permite disfrutar de una panorámica única.
Aunque existen varias rutas andando o en bici desde el núcleo urbano de Santa Pola hasta el faro, también puedes acceder hasta allí en coche y aparcar cerca mirador. Aunque el camino hasta la pasarela es sencillo, conviene llevar calzado cómodo. El paseo merece la pena.
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